
Durante el último mercado de fichajes de verano, el extremo Kingsley Coman (29) fue vendido por el Bayern de Múnich al Al-Nassr por 25 millones de euros. En las columnas del diario L’Equipe de este martes, el internacional francés reveló su opinión sobre las condiciones de su salida del club bávaro.
«Al final del traspaso, hubo cosas —que no voy a mencionar— que complicaron la situación. No me obligaron a irme, pero me dijeron que el club estaba dispuesto a marcharme debido a su situación financiera. Contaba con el cariño del entrenador, la afición, algunos directivos… pero no de todos. Había una parte del club que quería que me fuera. Y esa parte me ocupaba mucho», declaró el exjugador parisino.