Ya clasificada para el Mundial de 2026, Francia logró una cómoda victoria sobre Azerbaiyán, cerrando así su campaña de clasificación

Ya clasificada para el Mundial de 2026, Francia logró una cómoda victoria por 3-1 sobre Azerbaiyán el domingo, cerrando así su campaña de clasificación.

El inicio del partido fue, sin embargo, muy preocupante para un once inicial completamente renovado, que se vio superado en intensidad y castigado rápidamente por un centro desde la banda izquierda que Dadashov remató a gol (1-0, minuto 4). Superados en el mediocampo, con dificultades en los duelos y vulnerables tras Gusto, los Bleus soportaron una larga presión antes de reaccionar. En su primer ataque realmente controlado, Akliouche habilitó al lateral derecho, cuyo centro perfecto encontró a Mateta, quien cabeceó el gol del empate (1-1, minuto 17). Esta respuesta inmediata no borró todos los errores, pero finalmente devolvió cierta estructura al juego francés.

En la segunda mitad, Francia mostró mucha más cohesión en la posesión, aunque el primer gol de Gusto fue anulado por una mano involuntaria de Nkunku. Les Bleus presionaron y merecidamente remontaron el partido: Thuram encontró a Gusto en el segundo palo para un centro perfecto a Akliouche, quien marcó su primer gol internacional con la derecha (1-2, minuto 30). Justo antes del descanso, otro gol fue anulado por mano de Ekitike… antes de que Thuram, tras un mal despeje de córner, provocara el autogol de Mahammadaliyev en el segundo palo (1-3, minuto 45). Un inicio caótico para la primera parte, pero finalmente dominada por un equipo francés que logró recuperar la compostura.

Tras el descanso, Les Bleus controlaron el partido sin titubear. Dominaron por completo la posesión, pero sin imprimirle velocidad para ampliar su ventaja. Zaire-Emery mantuvo el equilibrio en el centro del campo, Gusto siguió aportando por la banda y Thuram realizó varias internadas en ataque. Los distintos cambios (Cherki, Thauvin, Barcola) no lograron generar la chispa necesaria, y el final del partido resultó bastante insulso, marcado tanto por una gestión defensiva deficiente como por una definición imprecisa. Azerbaiyán, completamente ineficaz tras el descanso, no consiguió crear más ocasiones de peligro. Una victoria lógica, si bien poco espectacular, pero sólida, que pone fin a una campaña de clasificación bastante regular para Les Bleus.