Antoine Griezmann no estaba teniendo un gran día contra Dinamarca (derrota por 2-1), un poco como la imagen de su equipo en general. Según el delantero, que acudió a ver a los medios tras el encuentro, es una bendición disfrazada.
Este primer revés en 21 partidos de los Blues debería permitir corregir errores defensivos y solucionar problemas ofensivos.
“Después de una derrota siempre buscas lo que salió mal y eso es bueno porque vamos a poder ver defensivamente lo que hicimos mal y poder mejorarlo. Y ofensivamente lo mismo. Llegamos a la altura de su superficie y no sabíamos centrar ni tirar así que está bien trabajar y cuestionarnos”, asegura el número 7 de los Blues.
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