Aquejado por un bajón de 15 minutos en la primera parte, el Niza perdió ante el Friburgo (1-3) el jueves en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Europa League. Es la cuarta derrota en cuatro partidos para el club de la Costa Azul, que actualmente ocupa el penúltimo puesto de la clasificación.
El Niza empezó con fuerza, impulsado por la precisión de Diop en las transiciones y el dominio de Vanhoutte en la recuperación del balón. En una fluida jugada de ataque, el centrocampista belga asistió a la perfección a Kevin Carlos dentro del área. Protegido por la defensa, el delantero español batió a Atubolu con un imparable derechazo cruzado desde un ángulo cerrado (1-0, minuto 25). Serio, disciplinado y eficaz en su presión, el Niza parecía ceñirse a su plan de juego, mientras que Diouf neutralizaba con seguridad los escasos ataques de un equipo alemán que distaba mucho de ser impresionante.
Pero el partido dio un vuelco debido a una serie de errores individuales. Bard, primero responsable del gol del empate de Manzambi tras un mal despeje (1-1, minuto 29), cometió después un penalti contra Suzuki, que Grifo transformó con sangre fría con un disparo preciso (1-2, minuto 39). Completamente desestabilizado, el Niza volvió a derrumbarse antes del descanso, y Scherhant aprovechó un pase de Ginter para marcar el tercer gol con un disparo que se coló junto al poste (1-3, minuto 42). Una primera parte desastrosa que sentenció el partido.
Tras el descanso, el Niza intentó reorganizarse, pasando a una defensa de cuatro e ingresando a Cho. Boga estrelló el balón en el travesaño con un disparo desviado, y poco después Abdul Samed falló un remate. A pesar de tener mayor posesión, el Niza se mostró inofensivo, falto de precisión en el último tercio del campo. Boudaoui y Louchet inyectaron algo de energía al partido sin alterar su dinámica, mientras que el Friburgo, bien organizado, controló la posesión sin esforzarse demasiado y ralentizó el juego en los momentos de presión.
Esta segunda mitad confirmó los problemas del equipo: mucho deseo, pero poca inspiración y aún menos efectividad de cara al gol. El Niza nunca pudo cambiar el rumbo de un partido ya decidido al descanso, a pesar de una última oportunidad para Cho que fue atajada por Atubolu. El Friburgo se conformó con controlar el partido, mientras que el Niza simplemente absorbió la presión. Un escenario tristemente familiar en esta campaña europea, donde toda esperanza parece extinguirse incluso antes del pitido final.









