Desde el inicio de la temporada, Claude Puel ha estado bajo presión. Y por una buena razón, el ASSE esperó hasta la decimotercera jornada de la Ligue 1 para ganar su primer partido de la temporada.
Una victoria arrebatada ante Clermont gracias a dos goles en el tiempo añadido (3-2). Quizás un detonante para los “Verts” que lo necesitará en la lucha por el mantenimiento ya que ASSE sigue siendo el 19 de la Ligue 1 y, por lo tanto, bajo la amenaza de descenso.
Por tanto, Claude Puel está más que nunca bajo presión y sabe que su futuro está salpicado en Saint-Étienne donde cada derrota puede precipitar su destitución.
De manera más general, el futuro a largo plazo de Claude Puel también es incierto ya que su contrato finaliza el próximo junio. Pero el entrenador del ASSE se niega a proyectarse hasta ahora, y prefiere centrarse en el día a día del club.
“No me hago la pregunta. Muchos jugadores se han extendido porque confían en mí. Pero me abstengo de cualquier proyección sobre mi futuro porque mi vida diaria es el mañana. Si triunfamos en nuestro negocio, tanto mejor para el club y para todos”, asegura en las columnas de L’Equipe.
