Los de Thierry Henry siguieron la misma línea que les está caracterizando esta temporada. Una irregularidad increíble que siempre bordea más el lado más bajo. Los monegascos apenas habían probado a Koubek cuando el Stade Rennais se puso por delante en el marcador gracias a Bourigeaud.
El delantero inauguró el marcador con un disparo cruzado tras aprovechar una magnífica asistencia de Ben Arfa, quien había realizado una gran jugada personal marchándose de varios oponentes. A partir de ese momento el Mónaco lo probó con más insistencia pero sin demasiada suerte.
El Mónaco reaccionó tras pasar por los vestuarios. A los pocos minutos de que se reanudara el choque empataron el partido por mediación de Rony Lopes. Lopes solo tuvo que poner el pie y darle una mínima dirección al balón al aprovechar un magnífico centro desde la izquierda de Serrano.
Nadie consiguió romper la igualada, hecho que llevó el encuentro finalmente a una extensa tanda de penaltis. El Mónaco, pese a errar tres penas máximas se acabó clasificando por 8-7 después de que Badiashile marcara el último de ellos.
Fuente: sport.es