Firmado en 2017 por 5 temporadas, si algo ha marcado la trayectoria de Dembélé en el Barcelona han sido las lesiones. Una permanente tortura que ahora, mientras todos están de vacaciones, le mantiene como el único jugador que sigue yendo a diario a la Ciutat Esportiva.
La idea, sin arriesgar en ningún caso, es conseguir que vuelva a tiempo para la Champions. Y en eso está. Luchando contra el tiempo porque Dembélé fue operado del biceps femoral el 12 de febrero en Finlandia y se le dieron seis meses de baja
El partido contra el Nápoles está fijado para el 8 de agosto en el Camp Nou. Es decir, cuatro días antes de cumplirse el plazo fijado por el Dr. Lasse Lampainen que le intervino en Turku. La recuperación va bien, Dembélé aprieta pero no le va a sobrar tiempo. Es todo tan justo que si llega será más fácil que lo haga para la inmediata fase final en Lisboa. El Barça jugaría los cuartos el viernes 14.
Es decir, el 12 agosto justo a los seis meses de su paso por el quirófano. Pero para eso, antes, hay que dejar al Nápoles fuera de la competición y no hay que fiarse lo más mínimo de los italianos por más que Gattuso, su entrenador, declara esta semana que si juegan como ante el Parma (perdieron 2-1) al Barça no conseguirán hacerle “ni cosquillas”. Ojo.
Fuente: mundodeportivo.com
