Desde hace varios meses, Antoine Griezmann encuentra colores en el lado del Atlético de Madrid. Y no tiene nada que ver con su corte de pelo rosa neón. El internacional francés parece estar floreciendo en su nuevo papel en el campo, el de centrocampista. A sus 32 años, el exdelantero azulgrana, al que siempre le ha gustado defender en su carrera, sigue jugando limpio en una posición que descubrió en la selección de Francia y por tanto en los Colchoneros de Diego Simeone.
En rueda de prensa, el técnico argentino confió en el reposicionamiento del francés que se mantiene en 11 goles y 9 asistencias en 29 partidos de LaLiga. “Siempre habrá jugadores que cambien de posición. Es un jugador noble, un jugador de equipo. Cuando es bueno, el equipo juega un fútbol diferente. Como sabéis, sufrimos al principio de temporada. Recordaré el partido antes del Mundial, donde corrió como un niño… No se le da a todo el mundo y él lo tiene».
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