Muy visible desde hace varias semanas con Vasco da Gama, como lo demuestran sus 2 goles y 3 asistencias en 8 apariciones en el campeonato local, Dimitri Payet (36 años) tiene a todos de acuerdo en Brasil.
Sin embargo, el centrocampista ofensivo lo asegura: su salida del Olympique de Marsella, después de 326 partidos y veladas memorables en la Canebière, sigue siendo una herida abierta.
«Honestamente, la herida nunca sanará. La ruptura fue brutal y muy difícil para mí. Después hay que vivir con eso. Cuando llegué (a Brasil), estaba en el terreno. Fue difícil. Durante la conferencia ( anunció su salida del OM), se acabó. En mi cabeza no veía dónde podría recuperarme. Gracias al Vasco y a la afición que me ayudó a levantarme. Es su amor el que me salvó«, confesó el reunionés al diario L’Equipe este viernes.
De hecho, Payet pensó en colgar los crampones el verano pasado. «No veía adónde podía ir. ¿En la Ligue 1? ¡Imposible! No quería ir a un club sin presión o sin ambición. Quería un club caliente, donde la gente me odiara si no soy bueno. Así que para mí se acabó. Me vi arrestado», añadió.
futbolfrances.com
