Este verano, el Real Madrid dio la bienvenida a Kylian Mbappé (25 años) y Endrick (18 años). Algo para deleitar a los fans. Pero no del todo.
Varios de ellos esperaban que los vecinos del estadio Santiago Bernabéu también contrataran a un central tras la marcha de Nacho a Arabia Saudí. Sobre todo porque el club ibérico no se libra de las lesiones en este sector de juego, pero Florentino Pérez y sus equipos sintieron que esto no era necesariamente necesario.
Por lo tanto, Carlo Ancelotti debe conformarse con los jugadores que tiene a su disposición y trastear.
Pero no se queja el Míster, que es consciente de contar con una plantilla muy numerosa en cantidad y sobre todo en calidad. Pese a todo, la dirección del Real Madrid tiene algunas preocupaciones. No le preocupa necesariamente el debut desigual del club en la liga ni la falta de goles de Kylian Mbappé.
Tiene confianza en el equipo y cree en KM9, que se adaptará sin problemas según los dirigentes. Por otro lado, la directiva española tiene otro problema en mente.
El diario AS explica que en el club tienen mucho miedo las tensiones que puedan surgir entre determinados jugadores.
La publicación ibérica no habla de los casos de Mbappé, Vinicius o Rodrygo, sino de los jugadores jóvenes considerados como recambios de lujo por el momento.
Se trata de Brahim Díaz, a menudo bueno cuando entra en juego, Arda Güler, que está cansado de esperar, y Endrick, que ya ha indicado que irá cedido este invierno si nunca juega lo suficiente. Los merengues temen que estos elementos no estén satisfechos con su situación y su tiempo de juego.
AS también cita los nombres de Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni, que tendrán que luchar por encontrar un lugar en el centro del campo.
Los directivos están muy preocupados por el bienestar del grupo y cuentan con Ancelotti para encontrar soluciones sin frustrar a los jugadores. Lo cual no es nada fácil. Desde el inicio de temporada, Rodrygo, que no tiene motivos para quejarse de sus minutos de juego, ha hecho algunas observaciones sobre su caso.
Cosa que no se le escapó a Florentino Pérez y su club. Precisamente, se sorprenden al ver a un titular habitual expresar sus sentimientos y temen ver a jugadores menos utilizados hacer lo mismo y romper el vestuario.
Carlo Ancelotti tendrá que hacer milagros y conseguir que todos estos pequeños vivan juntos este año.