En crisis como pocas veces, el Bayern de Múnich fue derrotado el sábado por el modesto equipo de Heidenheim (2-0 y luego 2-3) en la Bundesliga. Aunque el título de campeón de Alemania está raído, sólo falta la Liga de Campeones para hacer emocionante el final de temporada de los bávaros.
Precisamente, tras la derrota ante el recién ascendido, el director deportivo Max Eberl pidió una removilización general antes de enfrentarse al Arsenal el martes en el partido de ida de cuartos de final.
«Ahí no me importa buscar un entrenador. Ahora pasamos al partido contra el Arsenal. Nos enfrentaremos a un equipo que, con el debido respeto al Heidenheim, está muy por encima de ello. Debemos dar marcha atrás la situación para no recibir una bofetada”, confió el líder bávaro en la zona mixta.
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