A pesar de un mal comienzo y un susto de último momento, el Lille se aseguró una victoria en casa contra el Paris FC (4-2) el domingo, en el último partido de la 13.ª jornada de la Ligue 1.
Tras haber perdido sus dos últimos partidos antes del parón internacional (contra el Estrella Roja de Belgrado en la Europa League y luego contra el Estrasburgo en la liga), el Lille atraviesa una crisis de confianza. Esto se hizo evidente en los primeros compases del partido, donde los hombres de Bruno Genesio cedieron la posesión a los parisinos. Sufrieron el castigo rápidamente: Geubbels abrió el marcador con un potente disparo de Marchetti que rebotó en el poste de Özer (0-1, minuto 11).
Después, el LOSC respondió y se metió de nuevo en el partido en la primera parte gracias a Giroud. Tras dos meses de silencio, el delantero del Lille volvió a marcar, transformando un centro de Perraud tras una jugada colectiva bien trabajada (1-1, minuto 40). Una pequeña victoria para el campeón del Mundo de 2018, que previamente había tenido mala suerte con dos centros de Igamane. Igamane pudo haber adelantado al Lille justo antes del descanso con un disparo de primera que Trapp atajó.
En la segunda parte, el Lille aumentó su dominio del partido. Sin embargo, la afición del Lille tuvo que esperar hasta el último cuarto de hora para ver a su equipo adelantarse por primera vez. Haraldsson, derribado por Marchetti dentro del área, provocó un penalti, que Giroud transformó (2-1, minuto 77). Una gran inyección de confianza para el exinternacional francés, que marcó su primer doblete con la camiseta del LOSC.
El club del norte amplió su ventaja con un gol de Mandi (3-1, minuto 80). Antes de que el partido terminara de forma más tensa, tras la reducción de Doucet para el PFC (3-2, minuto 84), el Lille recibió otro penalti en el tiempo añadido por una mano de Kolodziejczak. Broholm transformó el penalti, sellando la victoria con un toque de Panenka (4-2, 90+6).
