El Barcelona, con dos goles en los últimos cinco minutos del francés Ousmané Dembelé y el uruguayo Luis Suárez, remontó para ganar sufriendo 3-2 un partido que el Rayo tuvo controlado hasta casi el final y en el que superó en intensidad y juego al conjunto catalán.
El partido volvió a ponerse muy cuesta arriba. Parecía que el Barça se había trasladado de Vallecas a Leganés, pero esta vez el equipo azulgrana reaccionó a tiempo. Empezando por el entrenador, que ya hizo calentar a Dembélé durante el descanso y le dio entrada en el 51’. Y diez minutos más tarde, Ernesto Valverde ya tenía a Arturo Vidal y a Munir preparados para intentar cambiar la dinámica del partido.
Poco estilo Barça, eso sí. Porque el Rayo no daba espacios y no permitía que los culés tuvieran profundidad. Los de Míchel dejaban centrar desde fuera y el cuadro azulgrana sólo podía colgar balones al área desde lejos. Pero así lograron darle la vuelta al marcador en los últimos minutos. Primero apareció Dembélé.
El francés volvió a marcar un tanto decisivo, como en Tánger en la Supercopa o en Valladolid y Anoeta en Liga. El atacante cumplió con lo que le pide Valverde. Jugó más pegado a la cal, aunque antes del gol no había estado especialmente inspirado. Había perdido 10 balones de las 18 intervenciones, pero cuando recogió el esférico que le había dejado Piqué, no falló.
Fuente: mundodeportivo.com
