El Nápoles cedió la primera derrota de la temporada en una primera parte para olvidar. La Sampdoria fue nítidamente superior en los 45 minutos iniciales y se fue al descanso 2-0, con un doblete de Defrel. Los partenopeos buscaron la remontada con insistencia en el segundo acto, pero les faltó pegada. El incombustible Quagliarella firmó el 3-0 con un taconazo para guardar en videotecas.
El partido empezó de la peor manera posible para el Nápoles. Solo se habían disputado 11 minutos cuando la Sampdoria salió en estampida al contraataque, cogió desprevenida a la adelantada zaga ‘azurra’. Defrel recibió un cambio de orientación en la banda derecha, acomodó el balón con el pecho, lo dejó botar y engatilló una violenta volea desde la frontal que perforó la escuadra de Ospina. Un auténtico golazo.
Presa de la intensa presión de la ‘Samp’ y el ritmo frenético que le exprimía al partido, el Nápoles que sufría sin el balón en los pies y era incapaz de contener la cascada ‘blucerchiati’. Tanto fue así que sobre la media hora de juego llegaría el segundo, de nuevo nacido en una rápida internada por la banda. Quagliarella recibió un centro raso en el punto de penalti y cedió el esférico a Defrel, cuyo disparo encontró la red tras ser desviado por Albiol.
Sin apenas generar peligro en el primer acto, un mano a mano marrado por Insigne en los compases iniciales y poco más, los partenopeos tuvieron suerte de no encajar ningún otro gol antes del descanso. Tras la reanudación, el Nápoles volvió a ser el Nápoles. Entró Mertens, los ‘azzurri’ se adueñaron del cuero y buscaron el gol con insistencia. El acierto, sin embargo, no acompañó a los pupilos de Carlo Ancelotti.
Con los partenopeos bolcados al ataque llegaría la sentencia de la Sampdoria. Bereszynski centró desde la derecha y Quagliarella, de espaldas al arco, remató de tacón para poner la guinda a una noche inolvidable para la afición ‘blucerchiari’. Primera y dura derrota de la temporada para el Nápoles.
Fuente: sport.es