El 11 de marzo de 2019, el Real Madrid paró la maquinaria y volvió sobre sus pasos al anunciar a Zinedine Zidane como nuevo entrenador. Así se cumple este miércoles un año del regreso del campeón de las tres Champions League en cuestión de nueve meses
Ni Julen Lopetegui ni Santiago Solari consiguieron tomarle el pulso a un equipo absolutamente deconstruido. El francés se fue pensando que no podía sacar más jugo a esta generación, ya sin un garante de hambre como Cristiano Ronaldo, y dejó el trabajo en manos de otros. Pero como el 31 de mayo salía del Santiago Bernabéu, volvía a entrar 285 días después.
Al final la transición ha sido de Zidane a él mismo, pero con la intención de liderar un relevo generacional que se empieza a ver en los Vinicius, Rodrygo, Fede Vaverde o Ferland Mendy y otros que vendrán como Martin Odegaard o Achraf Hakimi. Algunos de ellos, nombres ya favorecidos por Solari a los que el francés ha dado continuidad.
Zinedine Zidane llegó la campaña pasada para los últimos partidos de Liga sin opciones de título, tampoco en Copa y Champions después de las semanas fatídicas que acabaron con el argentino. El nuevo proyecto blanco había fracasado y el club confió a Zidane, como ya hizo después de Rafa Benitez, el papel de salvador. Esta vez, eso sí, con experiencias muy distintas.
El técnico comenzó a su regreso una fase de casting con algunos nombres distintos en once y convocatoria como Odriozola, Reguilón, Ceballos o Mariano, aunque el dominicano parece recuperado para la causa ante el ostracismo de Luka Jovic. Llegó el verano, aterrizó también Hazard con otros complementos y el nuevo Madrid echó a andar.
Hasta la fecha, el balance de la segunda ‘era Zidane’ es de 47 partidos en los que el conjunto blanco suma 25 victorias, 12 empates y diez derrotas. Este curso ha caído en la Copa del Rey y se atiene a la remontada en el Etihad Stadium contra el Manchester City, mientras en Liga mantiene uno de los pulsos más pobres de los últimos años con el Barcelona.Lo más destacado
De menos a más y otra vez a menos
Las dudas con Zidane durante los primeros pasos de la temporada no tardaron en llegar. El 3-0 contra el PSG en el Parque de los Príncipes fue el primer golpe y un mes después, el 19 de octubre, pudo llegar la sentencia tras perder en Mallorca. El nombre de José Mourinho, que acabó en el Tottenham, sobrevolaba el Santiago Bernabéu.
Pero entonces llegó la racha de 21 partidos sin conocer la derrota. 110 días donde el equipo se proclamó campeón de la Supercopa de España con la explosión de Fede Valverde. Se manejó a veces con superioridad, otras en un alambre que se rompió contra la Real Sociedad en los cuartos de final de la Copa del Rey. Sus verdugos, Aleksander Isak y un chico de la casa como Martin Odegaard.
Esta muesca ha derivado en la peor racha de la temporada y de esta segunda etapa de Zinedine Zidane. Solo dos victorias en los últimos siete partidos entre todas las competiciones hacen patentes las dos caras radicales del Real Madrid, cuyas únicas esperanzas en estas semanas han sido la victoria en el ‘Clásico’ y los arranques de Vinicius, dado que Hazard ha estado casi todo el curso roto y de Bale no hay noticias.
Tras volver a perder el liderato en favor del Barça contra el Betis, esta segunda ‘era Zidane’ cumple un año. Por delante, el partido contra el Eibar y esa esperada vuelta de octavos de la Champions League contra el Manchester City. En el horizonte, completar el relevo generacional de la transición del francés… a sí mismo.
Fuente: besoccer.com
