El Barça ha animado mucho la ventana de fichajes en los últimos días. Con los fichajes de Robert Lewandowski, Raphinha y Jules Koundé, el club sorprendió a todos cuando se anunció que no tenía dinero.
La activación de ciertas «palancas» económicas permitió a los blaugranas ser activos en la dirección de las llegadas, una política de la que se defendió el presidente, Joan Laporta.
«No soy un jugador. Asumo riesgos calculados. Ganar es un requisito, es una motivación humana universal. En mi época teníamos unas expectativas muy altas y lo conseguimos. Y luego los hinchas del Barça en el mundo, unos 400 millones, necesitan un nivel de éxito».
También volvió sobre el caso de Lionel Messi, al que todavía quiere ver de vuelta en Cataluña.
“Siento que yo, como presidente, tengo una deuda moral con él para darle el mejor momento de su carrera, o darle un mejor momento, para el final de su carrera”., dijo el mandatario en nota retrasmitida por Onze Mondial.
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