Karim Benzema: el ‘9’ que no necesita marcar para ser el mejor del Madrid

Karim Benzema flota sobre el césped del Alfredo Di Stéfano. No ocupa la zona habitual del delantero centro del equipo, sino que fluye por los tres carriles con armonía. De sus movimientos brotan ventajas para sus compañeros y de sus pases y acciones manan situaciones para torturar a sus rivales. Como si de un pincel se tratase, el francés se desliza por el verde trazando apoyos, caídas a banda y superioridades en todas las zonasEl dorsal que porta a su espalda, el de ‘9’ del Real Madrid, tan solo es un señuelo para camuflar un talento al que no se le puede limitar a una posición ni medir por los goles.

Por paradójico que suene, cuanto más lejos del área está, más peligroso resulta Karim Benzema. Cuantos menos goles marca, más potencia a sus compañeros. Por eso codificar a un delantero cuya manera de afrontar el juego se basa en poner su talento al servicio del equipo en lugar de inflar unas cifras de récord es caer en el error. Desplomarse en la trampa del delantero que no necesita marcar para ser el mejor del partido gracias al volumen de ocasiones, fluidez y fútbol que genera. Un vendaval de posibilidades.

El pase en el momento justo, el detalle técnico que elimina a varios rivales de un plumazo, la descarga para invertir en habilitar una sociedad con Eden Hazard que apunta a ser prolífica o los caminos que cincela para que los jóvenes brasileños intrépidos del Madrid, Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, vean la vida más sencilla. En la sombra, sin anotar ningún gol pero ejerciendo de pegamento en el sistema ofensivo del Real Madrid. Rendirse ante el francés es asimilar que para Benzema es más bello resolver un entuerto rodeado de rivales y salir airoso del tumulto que esperar el centro lateral en el área.

En este sentido, la actuación del galo en la primera parte ante el Eibar ya forma parte de la colección personal del delantero. Una masterclass sin público presencial donde el atacante desactivó una de las presiones más intensas de la Liga, la del cuadro de José Luis Mendilibar. Así, se movió por todo el campo, recibió donde quiso, administró el cuero con la inspiración que le caracteriza y proporcionó el oxígeno, el tiempo y el espacio que ansiaba el conjunto de Zidane para salir en tromba.

De nuevo, Benzema fue el mejor sin marcarDe nuevo, volvió a despedazar los tópicos basados en pontificar que al ‘9’ del Real Madrid se le piden goles. Algunos prefieren dar placer que sentirlo en sus propias carnes. Algunos siguen sin entender que Karim Benzema es el mejor amigo del extremo y del atacante. Si su compañero quiere partir desde la banda y acabar por dentro, Benzema compensará su movimiento. Si el Real Madrid no halla la forma de hallar la salida ante el laberinto, Karim se desplazará a la banda con el objetivo activar el pase en diagonal y permitir asentarse arriba a los de Zidane.

Karim Benzema, como todos los grandes genios, tiene detractores. Karim Benzema, como todos los grandes genios, aún sufre la incomprensión de una parte del público. Probablemente, el diagnóstico más certero sobre el francés lo ofreció él mismo cuando aseguró que creía que había gente que no entendía lo que hacía sobre el campo, porque su objetivo era el de ayudar a sus compañeros. Si la función de un entrenador desde fuera del terreno de juego es la de facilitador, la de Benzema dentro del verde es la de elevar el nivel de sus socios para acercar al Real Madrid a la victoria. Por el camino, dibuja goles y esculpe ocasiones donde no existe nada.

Fuente: yahoo.com