La Copa Africana de Naciones continúa en Marruecos, y es la primera decepción para el país anfitrión. «Marruecos abucheado», escribe L’Équipe. Con Kylian Mbappé como testigo, los Leones del Atlas se adelantaron contra Mali el viernes y mantuvieron brevemente su clasificación para octavos de final, pero finalmente tuvieron que conformarse con un empate 1-1 en el segundo partido del Grupo A. Brahim Díaz y Lassine Sinayoko marcaron los dos goles desde el punto de penalti. Esta mediocre actuación causó conmoción en el estadio, con abucheos desde la grada, símbolo de la frustración que sentía toda la nación. Para el medio marroquí Le 360, fue «un empate amargo». La masiva presencia de aficionados y su condición de favoritos ejercieron mucha presión sobre los Leones del Atlas. Les costó imponer su juego contra unas Águilas tenaces y ambiciosas, que jugaron con total libertad, incluso lanzando peligrosos contraataques. El diario Le Matin va más allá, escribiendo que «Marruecos se ha complicado la vida en la carrera por la clasificación para octavos de final». Este frustrante resultado complica la clasificación de la selección nacional. Ahora, Yassine Bounou y sus compañeros están obligados a ganar contra Zambia para evitar una gran decepción. Si bien la prensa marroquí ha sido bastante dura con el resultado y la actuación, el entrenador Walid Regragui no ve motivos de alarma. El seleccionador marroquí incluso se declaró «casi feliz» de ver su racha de 19 victorias consecutivas llegar a su fin.
