Este miércoles, el delantero Lionel Messi (35) levantó definitivamente el velo sobre su futuro al anunciar su elección para fichar por Inter Miami tras finalizar su contrato con el Paris Saint-Germain. El argentino también reconoció haber sentido cierto malestar durante su estancia en Francia.
“Tengo sentimientos encontrados. El primer año fue muy difícil, como dije antes, por varias razones. La segunda temporada, me sentí muy bien los primeros seis meses, muy cómodo dentro del club, en la ciudad, con mi familia. Pero en el medio estaba el Mundial y afectó un poco a todos los equipos, partió la temporada, creo que eso condicionó el resto, esperaba terminar de otra manera, pero bueno, fueron dos años difíciles. pero ya están atrás», lamentó la Pulga en el micrófono de Mundo Deportivo.
“Esos dos años no era feliz, no lo disfrutaba y me afectaba en mi vida personal, me estaba perdiendo muchas cosas con mis hijos. En Barcelona iba a recoger a los niños, aquí mucho menos. Tenía menos actividad en común con ellos. Mi decisión de irme también se debe a eso: poder estar con mi familia y disfrutar de mis hijos», finalizó Messi. ¿Una liberación?
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