Salvado durante mucho tiempo por las actuaciones de su portero Anthony Lopes, el Olympique Lyonnais iba camino de asegurar un milagroso empate antes de romper en el último segundo frente al Olympique de Marseille (1-2) el domingo en la Ligue 1, pero Laurent Blanc, tiene un mucho problema para digerir el último gol encajado.
«Tengo al cuarto árbitro al lado. Me dice que quedan 30 segundos. Me digo, 1-1 es el resultado que resume el partido. Cuando veo al portero del Marsella que duda en reiniciar con la mano o pie, debe decirse a sí mismo que no vale la pena correr ningún riesgo. Cuando lo veo despejado, me digo que va a pitar ahí porque definitivamente vamos a recuperar el balón» , dijo primero al técnico en una rueda de prensa.
«Con los delanteros marselleses, en cuanto a tamaño y enganche en un balón aéreo despejado por el portero, me dije ‘vamos a poder tomarlo’. Pero no, no podemos no tomarlo. Así es es», señaló.
«Le dije a mis jugadores que era indescriptible. No puedes describir la decepción que puedes tener en partidos así. Cuando mereces llevarte un punto y no lo haces en los últimos minutos porque no hacemos exactamente lo que hacemos, es necesario hasta el último segundo del partido, nos rondará por la cabeza, sobre todo cuando lo volvamos a ver el martes por la mañana», maldijo el cévennes.
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