Thierry Henry recibió este sábado una enorme ovación de los aficionados del Racing de Estrasburgo y la megafonía le regaló los oídos con la canción ‘Three Lions’, gran símbolo del fútbol inglés, donde desarrolló su leyenda (‘It’s coming home / it’s coming home…’). Pero ahí acabaron las alegrías para ‘Titi’ en su estreno en el banquillo del Mónaco. El equipo del Principado no dio síntomas de mejora y encadenó su cuarta derrota consecutiva, lo que le consolida en la zona de descenso (2-1).
Más allá del caluroso recibimiento (no hay que olvidar que es el máximo goleador de la historia de la selección francesa), pocas cosas positivas pudo sacar Henry. Falcao, la indiscutible estrella de una plantilla descompuesta con la marcha de hombres como Mbappé y Lemar, se retiraba del césped con problemas musculares. Por entonces su equipo ya perdía en el Stade de la Meinau tras un grave error de su portero Seydou Sy (m. 17), al que animó con aplausos.
Pero Titi no se prodigó en gestos. El exasistente de Robert Martínez en la selección belga lo analizaba todo impasible en su área técnica, con los brazos cruzados y mascando chicle, si acaso dando alguna instrucción a Tielemans, uno de sus ‘diablos rojos’ en Bélgica. Cualquier esperanza se desvaneció cuando Grandsir, dos minutos después de salir el campo, se ganó una tonta roja directa con media hora por delante. Mothiba sentenció en el 84, de manera que cuando el VAR decretó penalti para el Mónaco en el añadido, el tanto de Tielemans solo maquilló la derrota.
El Mónaco, rival del Atlético en la Champions, suma seis derrotas y es penúltimo en la Ligue 1, a tres puntos de la promoción y a cuatro de la salvación. ‘Titi’ tiene trabajo por delante.
Fuente: elperiodico.com
