Un PSG con la cabeza puesta en la Champions empató (4-4) en un partido loco que tuvo perdido en la primera parte (3-0), remontó en la segunda (3-4) y que se le acabó escapando en el tiempo de descuento cuando había hecho lo más difícil. El cuadro parisino, sin Neymar ni Mbappé, dispuso un once de circunstancias condicionado por el duelo ante el Borussia de Dortmund del próximo martes. El PSG, desmotivado hasta llegar a la falta de respeto a su rival, pensó que le bastaría con un ejercicio de mínimos pero se vio superado hasta el punto verse zarandeado durante muchos minutos por el penúltimo clasificado de la Ligue 1.
Cavani e Icardi se anularon mutuamente en la doble punta de ataque mientras Di María y Draxler pasaron de puntillas en las orillas. Ander Herrera, improvisado lateral diestro, ejemplificó mejor que nadie la confusión de un PSG lamentable a todos los niveles. No generó ocasiones y su defensa fue una bicoca para la delantera local, que supo leer las concesiones de su rival y se adelantó en el marcador a las primeras de cambio con un tanto de Guirassy (5’).
El tanto no despertó ni siquiera el orgullo del PSG, que siguió a merced de su rival. El Amiens cedió la iniciativa y aprovechó la dejadez del líder para hacer daño a la contra. Kakuta puso el 2-0 con un zurdazo a la escuadra (29’) y Diabaté castigó la indolencia de Thiago Silva para batir a Navas y poner un inopinado 3-0 en el marcador (40’).
Herrera comanda la remontada
Al filo del descanso, un gol de Herrera a la salida de un córner metió de lleno en el partido a un PSG desnortado hasta ese momento. El Amiens tuvo en su mano matar el partido pero Kakuta falló una ocasión muy clara. Del posible 4-1 se pasó al 3-2 en apenas 5 minutos y ahí el partido inclinó claramente a favor de los visitantes, impulsados por la clarividencia del recién entrado Verratti.
La debilidad del cuadro local en las jugadas de estrategia la aprovechó Kouassy para recortar distancias (60’). De nuevo a la salida de un córner, el central apareció de la nada para neutralizar la ventaja y poner un 3-3 del todo inesperado (65’).
Una combinación de libro entre Verratti, Bernat e Icardi sirvió para culminar momentáneamente la remontada y dejar en la lona a un Amiens que dio lo mejor de sí ante un PSG a medio gas.
Sin embargo, cuando lo más difícil parecía hecho, un tanto de Guirassy en el tiempo de descuento en un contragolpe frustró la remontada del PSG, más pendiente de sus andanzas en la Copa de Europa ante un rival que nunca tiró la toalla.
Fuente: mundodeportivo.com
