Los jugadores franceses volvieron a jugar un papel clave en este mercado de fichajes de verano, con Hugo Ekitike (95 millones de euros) a la cabeza gracias a su traspaso del Frankfurt al Liverpool. Tras él, Jean-Clair Todibo (40 millones de euros) dejó el Niza para fichar por el West Ham, mientras que Christopher Nkunku (37 millones de euros) fichó por el AC Milan procedente del Chelsea.
Pero los hechos son claros: 9 de estos 20 traspasos involucraron a jugadores que abandonaron la Ligue 1, incluyendo 8 extranjeros. Solo Lucas Chevalier decidió quedarse en Francia, pasando del Lille al Paris Saint-Germain. Por lo tanto, la Ligue 1 sigue viendo marcharse a sus mejores talentos, incluyendo a jugadores muy jóvenes como Jaydee Canvot (19) y Nathan Zézé (20).
En este contexto, el PSG parece ser la última línea de defensa contra esta fuga masiva. Tras fichar a Bradley Barcola y Désiré Doué el verano pasado, el club parisino ha vuelto a desempeñar este papel fichando a Chevalier. Sin embargo, el éxodo masivo de otros jugadores clave confirma la incapacidad de la liga para retener su talento ante el atractivo de la Premier League y los enormes salarios que se ofrecen en Arabia Saudí.