Sergio Ramos está teniendo una temporada divertida y, en general, su aventura parisina es un poco curiosa. Tras una primera temporada complicada, marcada por las lesiones, el veterano español ha demostrado que es capaz de lo mejor, como ante el Bayern… y de lo peor, como muchos partidos de la Ligue 1 en los que estuvo en apuros.
Al mismo tiempo, vio como las puertas de la selección española se cerraban definitivamente. Primero porque Luis Enrique no le convocó para el Mundial, luego, el sucesor del extécnico azulgrana también le hizo saber que no iba a entrar en sus planes. Por tanto, Ramos se ha retirado del fútbol internacional.
Un caso que divide a España. Por dos motivos: primero este retiro internacional que sorprendió a más de uno, luego, las críticas contra Ramos formuladas en Francia también son mal entendidas por los periodistas y simpatizantes españoles. Pero las dos controversias se juntan. En primer lugar, porque muchos observadores ibéricos no necesariamente siguen los partidos del PSG.
Para muchos de ellos, Sergio Ramos sigue siendo el enorme defensa que brilló en el Real Madrid durante más de una década. Su visión del andaluz ya no está necesariamente en consonancia con la realidad sobre el terreno.
A ello, súmale que España no encontró necesariamente un defensa de garantías para sustituirle, siendo el sector defensivo uno de los puntos débiles de la selección del sur de Europa.
En ese contexto, entendemos mejor por qué las reiteradas ausencias del parisino en las listas de La Roja son difíciles de pasar a muchos españoles. Y sobre todo entre los madridistas. Lo mismo ocurre con las críticas formuladas en París, que se repiten habitualmente en los medios ibéricos.
Los análisis de los asesores o periodistas franceses sobre el defensa se retransmiten así a menudo al otro lado de los Pirineos, y muchos encuentran al francés muy severo con el jugador formado en Sevilla. Todos… Excepto la afición del FC Barcelona, claro. Aunque alejado del Bernabéu, Ramos sigue siendo un icono del Real Madrid, y la afición azulgrana suele ponerse del lado de los que creen que la selección y Ramos están legítimamente acabados.
Más allá de esta bipolaridad entre los dos ogros del fútbol español, los aficionados neutrales o menos fanáticos también tienen opiniones bastante divergentes. Algunos dicen que España no puede prescindir de un defensor así, mientras que otros quieren comenzar un nuevo ciclo y no quieren hacer algo nuevo con lo viejo.
Aún así, desde la marcha de Gerard Piqué y las ausencias de Ramos, La Roja ha tenido problemas para encontrar incondicionales detrás. Aymeric Laporte o Pau Torres más bien han mantenido su rango, pero lógicamente seguimos lejos de los dos ex rivales de club, sino amigos en la vida personal. Otros como Íñigo Martínez o Diego Llorente tuvieron oportunidades, pero hicieron copias bastante dispares. También se espera que Robin Le Normand comience en breve, pero parece difícil imaginarlo al mismo nivel que Ramos, lo cual no es motivo de vergüenza, por supuesto.
Más bien discreto en los medios últimamente, el defensa del PSG no parece querer llamar la atención sobre él. Pero no cabe duda de que en el fondo le hubiera gustado vestir la túnica de la Roja al menos una última vez, dos años después de su último partido con la selección…
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