Al término de un delirante encuentro, el Olympique de Marsella se impuso en el terreno del Olympique Lyonnais (1-2), este domingo al término de la 32ª jornada de la Ligue 1. Una merecida victoria sobre el alambre del club marsellés, que supo contar con un giro del destino para superar a un Anthony Lopes monumental.
En un ambiente excepcional en el Groupama Stadium, los lioneses rápidamente prendieron fuego, en particular por parte de Cherki y Barcola, que deleitó al público con sus gestos técnicos. Una gran presión de un cuarto de hora que acabó desvaneciéndose. Tras haber hecho la vuelta atrás, los marselleses sacaron mejor el balón e incluso mandaron una enorme emoción por el recinto del Ródano gracias a un desborde de Clauss, ingenuo ante la arriesgadísima salida de Lopes.
A pesar de este golpe de calor, el Lyon se lanzó de nuevo a atacar la portería de López, muy feliz de ver fallar a Lacazette en su disparo a corta distancia. Si Lopes estuvo inspirado frente a Veretout, el partido se tornó tenso luego de media hora de juego con muchísimas faltas a menudo involucrando a Kaboré. Final del primer tiempo ligeramente en favor de los visitantes que marcaron la diferencia por la habidad de Ünder, al acecho tras una detención del portero portugués ante un tiro de Sánchez (0-1, 44º).
En el origen del gol, Clauss inquietó muy grande a los lioneses en la vuelta del vestuario con un chut repelido por Lopes. Menos lúcido, el conjunto marsellés falló un pase gol de Ünder… que falló el 2-0 en un disparo a bocajarro que detuvo de forma magistral el portero portugués. El punto de inflexión del juego. Por qué ? Porque unos instantes después, Lacazette se tiró en un centro de Tolisso para igualar sobre el segundo palo (1-1, 68).
Molesto, Igor Tudor vio a Lopes continuar su espectáculo con un nuevo desfile sensacional frente a Clauss. Una parada que los seguidores del Lyon, e incluso del Marsella, recordarán durante mucho tiempo. Sobre todo porque el OL estuvo a punto de irse con los tres puntos pero López intervino en un tiro demasiado suave de Malo Gusto. Pero en el tiempo añadido, un giro del destino permitió al OM ganar con un improbable gol en propia puerta del mismo Malo Gusto (1-2, 90+2).
¡Delirante partido!
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