A pesar de una ventaja de dos goles sobre la hora de juego, el Mónaco sufrió para vencer al Angers (1-2) este domingo en el marco de la 34ª jornada de la Ligue 1. Este preciado triunfo ante el farolillo rojo permite a la ASM consolidar su 4ª plaza con cinco puntos de ventaja sobre el quinto, el Lille. El podio está a seis cuerpos del club del Principado.
Los monegascos dominaron en general el primer período. Ante un Angevin desinhibido, los hombres de Philippe Clement tuvieron muchas oportunidades de tomar ventaja durante los primeros 45 minutos. Pero había un inspirado Bernardoni en la portería contraria: el portero angevino hizo una buena parada en un tiro de Fofana, repelió un tiro de Minamino, luego volvió a brillar en un fuerte tiro de Boadu en el área.
Sin Ben Yedder, sancionado por haberse saltado un briefing táctico el sábado, ni Ben Seghir ni Volland, dejados en el banquillo en el saque inicial, el club del Principado tuvo las ocasiones pero faltó eficacia en el último gesto durante 45 minutos… Hasta el final, una joya de Golovin, que encontró el lucernario de Bernardoni en un remate instantáneo desde la entrada al área angevina (0-1, 45º) cambiaría el partido.
Merecido estreno de un ASM que aún podía ser sorprendido por el SCO a siete minutos del descanso sin un decisivo Nübel en los pies de Niane.
Al volver del vestuario, Angers soltó los caballos para empujar al Mónaco. Pero en la primera oportunidad de los monegascos en el segundo acto, en un deslumbrante contraataque, Boadu rompió con la zurda el arco (0-2, 60º). Los asemistas pensaron que habían hecho lo más difícil, pero los de Philippe Clement volvieron a caer en sus trampas al recibir un gol de Sima (2-1, 64º). Una reducción de distancia que hizo dudar al ASM, movida por el Angevins sin complejos en los últimos minutos del partido.
Mónaco estaba en un cable pero resistió hasta el pitido final.
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