Llegó en 1999, estuvo un año y fue clave en la octava Copa de Europa con sus goles al Bayern Múnich en la semifinal. Pero ni el Real Madrid ni Nicolas Anelka guardan más buenos recuerdos de aquella temporada juntos, como ahora revela el ex jugador en su documental de Netflix, ‘Anelka, el incomprendido’.
«Madrid era una locura. Mucha prensa, aficionados. Entendí lo que era ser una estrella cuando llegué al Real Madrid. Y lo odiaba. (…) Cuando termino mi conferencia de prensa, llego al vestuario. Yo vengo primero, me siento. Cada vez que entraba un jugador, me movía porque decía ‘este es mi lugar’. Luego vendría otro… tal vez veinte así. Yo estaba como «¿qué estoy haciendo aquí? Será hostil, hará calor”. Lo que experimenté allí fue el comienzo de una pesadilla. (…) Cuando llegas a Real, te piden mucho. Me pidieron ser más abierto y no lo era. Era una desventaja que pesaba mucho en la balanza. Prácticamente no fui admitido en el equipo, no tenía la prensa conmigo. (…) Hice muy poco en el Real Madrid. Me hubiera gustado hacer mucho más, pero no tuve tanta suerte. Yo tampoco lo hice bien», reflexiona el galo.
Fuente: fichajes.com
