Raphaël Varane abordó el tema de las conmociones cerebrales en el fútbol

MANCHESTER, ENGLAND - MARCH 09: Raphael Varane of Manchester United looks on during the Premier League match between Manchester United and Everton FC at Old Trafford on March 09, 2024 in Manchester, England. (Photo by Michael Regan/Getty Images)

En una entrevista concedida a L’Equipe, el defensa central Raphaël Varane (30 años, 20 partidos y 1 gol en la Premier League esta temporada) aborda el tema de las conmociones cerebrales en el fútbol. El jugador del Manchester United confiesa en particular que ha sido víctima de ello varias veces a lo largo de su carrera.

“Si miras tres de los peores partidos de mi carrera, hay al menos dos de ellos en los que unos días antes sufrí una conmoción cerebral: contra Alemania en los cuartos de final del Mundial de 2014 (el 4 de julio, 0-1 con Francia), y con el Real Madrid contra el Manchester City en los octavos de final de la Liga de Campeones 2020 (7 de agosto, vuelta, 1-2)”, afirma el francés.

En los octavos de final del Mundial de 2014 contra Nigeria (2-0), el campeón del mundo de 2018 recibió un balón en la sien.

«Terminé el partido pero estoy en ‘piloto automático’. Si alguien me hubiera hablado en ese momento, ni siquiera sé si habría podido responder. No lo recuerdo, el partido después de este shock.»

Por detrás, el ex madrileño seguirá un protocolo de recuperación y participará en los cuartos de final ante Alemania.

«Mirando hacia atrás, me digo: si hubiera sabido que era una conmoción cerebral, ¿lo habría dicho, incluso si eso significara no jugar ese partido? Ni siquiera sé si hubo pruebas hace diez años».

«Me sentí disminuido, pero al final jugué y bastante bien, incluso si perdí este duelo contra (Mats) Hummels (sobre el gol del alemán) del que había estado hablando durante al menos cuatro años. (Risas). Lo que nunca sabremos es qué hubiera pasado si hubiera sufrido otro impacto en la cabeza. Cuando sabes que las conmociones cerebrales repetidas tienen un efecto potencialmente fatal, te dices a ti mismo que eso puede salir muy mal. En ese momento, yo no tenía 30 años y tres hijos, ahora pienso diferente», admite.

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