Finalmente, destituido por el OM a principios de febrero debido a demasiados desacuerdos con su directiva, especialmente por la contratación de Olivier Ntcham, que no había aprobado su llegada, André Villas-Boas abandonó el club de Marsella. Una elección que casi había tomado unos meses antes, en mayo de 2020, cuando se enteró de que el OM había despedido a su amigo Andoni Zubizarreta. Villas-Boas finalmente había decidido quedarse, y un jugador del Marsella lo convenció en parte.
El diario “L’Equipe” recordó en sus columnas de este miércoles que Steve Mandanda, que es un miembro emblemático del OM desde 2007, había hablado a menudo con Villas-Boas durante este período para convencerlo de que se quedara en el club.
Su perseverancia finalmente había dado sus frutos ya que el técnico portugués decidió continuar la aventura, hasta que el divorcio con la dirección de OM fue inevitable en febrero.
Fuente: futbolfrances.com
