En su pretensión de recuperar a Neymar, el Barcelona tenía un as bajo la manga para hacerse con él sin necesidad siquiera de negociar con el Paris Saint-Germain, pero optó por un cambio de planes. La crisis del coronavirus, además, refuerza de dos maneras ese nuevo escenario.
Ni Éric Abidal, ni Pini Zahavi, ni el padre de Neymar. La gran baza que tenía el Barcelona para la repesca del brasileño era el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores para que la FIFA. Y hablamos en pasado porque ese argumento pasó a mejor vida. Pero, además, según publicó ‘Sport’, ese proceder ha quedado ahora reforzado. Lo explicamos.
Sucede que había ese resquicio legal para gestionar el fichaje del brasileño evitando el principal escollo: la negociación con el Paris Saint-Germain. Vistos los problemas históricos para negociar con ellos, evidenciados en el intento hecho el verano pasado para recomprar al brasileño, quedó claro que la gestión con Al-Khelaïfi no iba a ser fácil ni barata.
Ese mecanismo de la FIFA permite a un jugador sin cláusula de rescisión liberarse de su vínculo si no ha recibido ninguna mejora de contrato en sus primeros tres años, y ambas condiciones se daban con Neymar. ¿Y por qué precio saldría? Por uno fijado por una comisión de la FIFA, que siempre sería inferior al pedido por el PSG y que varias fuentes cifran entre 170 y 180 millones.
Hace unos días trascendió el cambio de la estrategia de Josep María Bartomeu a los tratos directos con su homólogo en el Parque de los Príncipes. Pero es que el actual momento económico lo refuerza por duplicado.
La actual crisis por el COVID-19 va a dejar un panorama de bastantes meses de rescisión, y el Barça no podrá contar con ese remanente, que además tendría que pagar al contado.
Además, no parecería el mejor mensaje de cara al vestuario cuando desde ya se les está pidiendo que se abrochen el cinturón con una radical rebaja en sus salarios y estos no aceptan.
Ello obligaría a volver a negociar con los dirigentes del cuadro parisino, lo cual no necesariamente implica pesimismo en el Camp Nou. En las oficinas estiman que se podría llegar a un buen acuerdo pagando a plazos a o introduciendo jugadores para abaratar la operación.
Ya hubo problemas al respecto el verano pasado, cuando se habló de Dembélé, Rakitic o Semedo. La figura de Antoine Griezmann, del gusto en París, podría abrir un nuevo panorama en los tratos por Ney.
Fuente: besoccer.com
