La temporada del Olympique de Lyon está siendo una auténtica montaña rusa. Desde el pasado verano cuando Nabil Fekir abandonó el equipo de su vida, ya era obvio que no sería una campaña normal en el Ródano. Con un equipo construido en torno a la figura de Memphis Depay, la lesión del atacante neerlandés y la posterior destitución del mítico Sylvinho dejó a Rudi García, ex técnico del Olympique de Marsella, a cargo del banquillo del primer equipo de Lyon. Su adaptación a la plantilla y viceversa, en el camino y proceso contrario, ha sido larga y compleja, y aún sigue generando una serie de problemas. Uno de los más serios es el de Marcelo.
El defensa central contaba con un rol clave en el esquema del nuevo entrenador: aportar veteranía, experiencia, jerarquía y fiabilidad en el eje de una zaga que estaba sufriendo de sobremanera. Sin embargo, su nivel actual no está siendo nada destacable, y se está caracterizando por una inseguridad impropia de un jugador de sus características.
Con 32 años, uno de los saltos de calidad que el OL debería afrontar en la próxima ventana estival de fichajes ha de ser un defensa central que comande la línea defensiva de un equipo que pide a gritos sostenibilidad y garantía delante de su portería.
Fuente: fichajes.net
