Dembélé, enchufado con Koeman

Ousmane Dembélé, 23 años, comienza su cuarta temporada en el Barça con las mejores sensaciones desde que aterrizó a finales de agosto de 2017 con 20 primaveras. Físicamente se siente fuerte tres semanas después de recibir el alta médica en Lisboa el pasado 13 de agosto, un día antes del estropicio ante el Bayern que no pudo ayudar a evitar porque no jugó. Mentalmente no tiene secuelas psicológicas de esa última grave lesión muscular de la que fue operado en febrero porque ha aprendido a pensar en positivo a base de levantarse una y otra vez tras los golpes recibidos. Y deportivamente ha encontrado una nueva motivación con Ronald Koeman, un entrenador que apuesta por extremos rápidos que van al espacio y que son atrevidos como él, rodeado de un ‘staff’ técnico que le está transmitiendo la seguridad que necesita.

Dembélé se le ve muy animado, dispuesto a ganarse una continuidad en las alineaciones del Barça, algo que no ha sucedido hasta ahora por los contratiempos físicos, casi siempre, pero también por las decisiones de Ernesto Valverde en algunos momentos puntuales en los que sí estaba recuperado. Quique Setién proclamó su confianza en él nada más llegar, pero sólo lo tuvo disponible en el fatídico día del Bayern en el que no llegó a reaparecer.

Dembélé no juega desde el 27 de noviembre de 2019, cuando tuvo que pedir el cambio en el Camp Nou ante el Borussia Dortmund por una rotura en el bíceps femoral de la pierna derecha. Cuando ya se iban a cumplir los dos meses y medio de baja previstos, el 3 de febrero sufrió la rotura completa del tendón del bíceps femoral de la pierna derecha, motivo por el que tuvo que ser operado en Finlandia. Era la misma lesión con la que comenzó su cadena de roturas en septiembre de 2017, en Getafe, pero entonces en la izquierda.

Pero todo eso es pasado. Dembélé vive el presente con fortaleza y contempla el futuro inmediato con esperanzas al lado de Koeman.

Fuente: mundodeportivo.com