Nimes siempre fue un club modesto, que pasó gran parte de su historia por el ascenso de Francia. En la temporada 1991/92 el reconocido jugador Éric Cantona llegó a Nimes, que recién había ascendido a la Ligue 1, como la gran estrella para ese campeonato.
Le dieron la cinta de capitán y fue anunciado como el estandarte de ese equipo. Más allá de todo lo que se apostó por Cantona, el delantero apenas jugó 17 partidos y convirtió dos goles, pero la salida fue polémica. En un partido ante Saint Étienne, el delantero le pegó un pelotazo al árbitro tras una falta y fue expulsado. Le dieron cuatro fechas, pero no conforme con la sanción, Cantona llamó “idiotas” a los miembros del Tribunal de Disciplina y la pena aumentó a dos meses.
Así terminó su paso por Nimes y luego Cantona desembarcó en el fútbol inglés.
Fuente: elterritorio.com.ar