FRANCESES EN EL MUNDO: Los 17 títulos de Benzema

Lleva 17 títulos con el Real Madrid, cuatro Champions, cuatro mundiales, tres supercopas europeas y dos españolas, dos copas del rey y otras tantas ligas. El recuento es todavía más importante si se tiene en cuenta que él fue, en casi todos los casos, titular y esencial. En el Real Madrid de estos últimos tiempos, uno de los equipos más exitosos que ha visto el mundo, se recordará a Cristiano, la fe de Ramos o el inconmensurable talento de Luka Modric.

Siendo todo eso cierto, en este menú también hubo siempre un hueco para el delantero que no marcaba goles pero hacía felices a sus compañeros. El gato, que dijo un día Mourinho, poco capaz de entender que el fútbol a veces no es guerra sino juego, que la pelea puede valer, pero el éxito real es lograr hacer de todo esto un arte.

Karim Benzema, con su media sonrisa y su mirada lánguida, tuvo años de pasión, momentos en los que su vida fuera del terreno de juego llevaba a pensar que ese tren podía descarrilar. Fueron muchos sus errores, difícilmente exculpables. También es cierto que, en lo futbolístico, los ha pagado con creces.

La Federación Francesa decidió hace años que no era apto para su selección. Un episodio de extorsión a Valbuena, relacionado con el muy nocivo entorno de Benzema, le terminó de sacar del combinado nacional. Hoy, probablemente, sería campeón del mundo, pues es complicado dudar que un jugador de su nivel no tuviese sitio en el equipo, desde el punto de vista estrictamente futbolístico.

Consecuencias de una juventud errática, aunque él bien podría decir que otros muchos no pagaron tanto por sus actos. No haber sido un recurso en Francia no quita para que en el Real Madrid haya desempeñado una labor fantástica. Tiene 31 años y en verano cumplirá 10 años de blanco. En ese tiempo ha sido de todo, estrella y estrellado, odiado por parte de la grada, ha tenido que competir contra jugadores menores que él y hacer pedagogía con la afición.

No es, quizá por su frialdad y timidez, un ídolo absoluto de la grada, más apegada a los gritones y tribuneros, pero 17 títulos después ha logrado hacer entender que, a falta de goles, él ha sido una pieza importante en los muchos sueños que el madridismo ha vivido en el último lustro.

Fuente: elconfidencial.com