FRANCESES EN EL MUNDO: Zidane reivindica su método

Las sorprendentes ausencias de última hora de Gareth Bale y de Karim Benzema antes de viajar a Jeddah, sumadas a la consabida baja de Eden Hazard, hicieron presagiar un escenario muy problemático para el Madrid en la Supercopa de España.

La escasez de delanteros parecía acentuar todavía más la endémica falta de gol de los blancos pero, ante esa tesitura, Zinedine Zidane optó por dar un ‘volantazo’ táctico en el once para dar cabida a su batallón de centrocampistas.

Ante el Valencia, el entrenador francés alineó a todos los medios de su plantilla a excepción de James Rodríguez, que esperó turno en el banquillo hasta que entró en los minutos finales por Luka Modric. Con Jovic como única referencia ofensiva, Zidane prescindió de la profundidad de Vinicius Rodrygo para colonizar la medular con CasemiroKroosModricValverde Isco.

Un Zidane camaleónico

La propuesta blanca pilló a Celades con el pie cambiado y cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. El 4-4-2 inicial del Valencia apenas inquietó a los blancos con su presión y, ya con un 4-3-3, los de Zidane jugaron con mucha comodidad en la zona ancha ante un cuadro ché desbordado en casi todos los sentidos. La presión adelantada, el intercambio de posiciones y la velocidad y la precisión en las circulaciones permitieron al Madrid jugar durante muchos minutos por las inmediaciones del área de Jaume y, de paso, impedir que su rival saliera al contragolpe.

El control fue total y la anulación de jugadores capitales para el cuadro valenciano como Parejo o Coquelin fue uno de los aspectos claves para materializar los goles.

Factor mental, también clave

Y es que a parte de sus aptitudes para con la pizarra, Zidane también ha demostrado moverse bien en los entresijos del vestuario. Esas charlas de tú a tú que no se ven pero que resultan igual de capitales que cualquier táctica, han reactivado a jugadores como IscoKroos Modric que han vuelto a dar su mejor versión tras un año de nefasta aportación en lo individual. Su innegable carisma y manejo del grupo ya fueron una de sus claves en la primera etapa del francés en el Bernabéu y ahora también lo está resultando ser en este proceso de regeneración en el que la fortaleza colectiva ha sido uno de los principales factores de esta gran racha de los últimos meses. Tener a todos los jugadores ‘enchufados’ ha sido y es una de las prioridades del francés. A base de ello construye su principal idea para dotar a su sistema de una continuidad que establezca mecanismos ya interiorizados dentro de la plantilla.

Fuente: mundodeportivo.com