Al no poder extender a Lionel Messi (34, 3 partidos en la L1 esta temporada) debido a las reglas financieras exigida por LaLiga, el FC Barcelona decidió desprenderse de su estrella, ocasión que aprovechó el Paris Saint-Germain para seducirlo y traerlo a París.
Un gran pesar para el presidente blaugrana, Joan Laporta, que fue elegido el pasado mes de marzo con la promesa de prorrogar la Pulga. Tras fracasar en hacer una posible extensión del sudamericano, la máxima autoridad catalana aún admite haber pensado en una solución que es al menos inusual en el mundo del futbol.
«No me enojé con Messi, pero cuando llega el momento en que ambos lados ven que no se puede hacer, hay algo de decepción para todos. Y sé que quería quedarse, pero también tenían mucha presión por la oferta que tenía. Creo que sabía que si no continuaba iría al PSG. Tenía la esperanza de que en el último minuto hubiera un cambio de ritmo y jugará gratis, pero no podemos pedirle a un jugador del nivel Messi que lo haga”, templaba el catalán al micrófono de RAC1.
Es decir, Laporta esperaba que la iniciativa viniera del propio Messi. A pesar de su amor por el Barça, el seis veces Balón de Oro no estaba dispuesto a hacer un movimiento de esta magnitud, y tiene sentido …
Fuente: futbolfrances.com
