
João Félix es un ser racional. Si cumplió su «sueño» de fichar por el FC Barcelona este verano, el portugués no se rascó los dientes a la hora de elegir su dorsal. Al incorporarse al club catalán, el jugador formado en el Benfica tenía la posibilidad de lucir el ilustre número 10 de un tal Lionel Messi, que quedó vacante tras la marcha cedido de Ansu Fati al Brighton.
Pero, según el diario Sport, Félix simplemente no quería cargar con una presión adicional recuperando este número simbólico. La publicación añade que el delantero de 23 años tampoco se sentía legitimado para lucirlo debido a su situación contractual. Como recordatorio, Félix llegó al Barça cedido a un año, y sin opción de compra.
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