El PSG sigue a lo suyo. El equipo de Tuchel destrozó a todo un cuarto clasificado como el Montpellier, que se dio un tiro en el pie con la expulsión del portero Bertaud pasado el cuarto de hora. A partir de ahí, paseo militar y manita para prolongar su tiranía.
La historia en Europa es distinta, pero en Francia no hay quien tosa al PSG. Los parisinos dominan con puño de hierro y pocos se resisten en un Parque de los Príncipes donde su equipo funciona como una trituradora. Y si no, que se lo digan a un Montpellier al que de poco le valió llegar como cuarto clasificado.
El partido fue un auténtico monólogo del equipo de Thomas Tuchel, que dominó del 1′ al 90′ apoyado en sus figuras y unos actores secundarios que funcionan a la perfección. Tampoco ayudó el Montpellier, que se quedó con hasta dos jugadores menos. El primero, su portero, que se fue a la calle pasado el cuarto de hora.
Neymar y Mbappé lideran, pero los Sarabia, Di María, Verratti y o Kurzawa son escuderos ideales. El español marcó y asistió, el argentino también mojó con una picadita sutil, el italiano dirigió y el lateral apareció como un puñal por banda. De hecho, también se fue con su gol en una ‘manita’ que parecía contentar a todos.
Sarabia abriría el marcador a los nueve minutos de juego con un tiro con rosca desde la frontal ante el que pudo hacer más Bertaud, protagonista poco después. En el 17′, el guardameta del Montpellier salió a tapar a Mbappé en la frontal a la desesperada y acabó tocando el balón con el codo. Se fue a la calle y a partir de ahí, lo difícil se convirtió en imposible.
Los parisinos parecieron incómodos por segundos. Hasta que Neymar tomó la iniciativa y se metió entre líneas para liderar y martillear. Di María haría el 2-0 en el 41′ a pase de Sarabia y Congré se metió en propia en una carambola propia de un gag humorístico. El Montpellier se encontraba con un 3-0 al descanso y el PSG con un susto mayúsculo.
Las alarmas saltaron durante los 15 minutos de descanso por culpa de ‘Ney’. El brasileño se fue al vestuario con molestias en el tobillo, y con la Champions a la vuelta de la esquina, los rumores empezaron a circular. Eso sí, se acabaron en cuanto el delantero saltó a la segunda mitad acompañado por Thomas Tuchel, con el que departía entre risas.
La segunda mitad sería aún más relajada para el PSG, que se acomodó y reventó todas las costuras del Montpellier. Mbappé regateó al guardameta Carvalho y definió para hacer el cuarto, y poco después llegaría el quinto, obra de Kurzawa tras un rechace. Fue la guinda a un paseo militar donde no faltó su ración de humo y polémica.
Entre el enfado de Mbappé por su cambio y la entrada de Cavani, que volvía a una convocatoria tras el culebrón de su traspaso al Atleti, el Montpellier se quedó con dos menos por la expulsión de Chotard, que vio la segunda amarilla por un pisotón a Kimpembe. Borrones a un monólogo que no hace más que prolongar la tiranía de la trituradora parisina.
Fuente: besoccer.com
