Plácida salida del PSG en su visita al Metz, un rival que apenas ha plantado cara, que no ha sido agresivo, y que se ha visto por detrás desde muy pronto, con un penalti evitable a los once minutos de juego.
La última salida del PSG fue traumática. Los de Tuchel se llevaron un inesperado revés ante el Rennes, y algunos esperaban que el Metz también diese la sorpresa.
El escenario era propicio. El PSG está plagado de bajas. Algunos, como Neymar o Areola, vieron el partido desde casa o desde el banquillo mientras se resuelve su futuro. Otros, como Cavani y Mbappé, lo vieron desde la enfermería.
Ángel di María asumió el rol de líder del equipo, y junto a Verratti se echó al PSG a la espalda. Choupo-Moting, único delantero disponible, afrontó el reto y cumplió.
El Metz, pese a todo, desperdició, con su timidez, con su falta de atrevimiento, una oportunidad de oro. Dejó jugar a placer al PSG desde el primer minuto y muy pronto lo pagó.
En el minuto 10 el PSG dispuso de su primer saque de esquina, y lo botó con una jugada ensayada. Di María se la dio a Choupo-Moting, y este la dejó de tacón para que desde dentro del área Bernat la reventase, pero le dio mal, su compañero llegó muy forzado y Fofana, muy torpe, le despejó a él.
El colegiado, previa consulta con el VAR, determinó que hubo contacto, y no despeje, y el PSG dispuso de un penalti a favor que Di María no desaprovechó, pese a que desde la grada del fondo trataron de distraerle lanzando al campo un balón en el momento en que pateaba la pena máxima. Esa grada trajo de cabeza al árbitro, pues minutos después enarboló unas pancartas, a modo de protesta, cuyo mensaje hizo que el partido se detuviera durante unos minutos.
Fuente: besoccer.com
