SUDAMERICANOS EN FRANCIA: Las decisiones del PSG que incomodan a Edinson Cavani

¿Qué versión de Edinson Cavani se verá esta temporada en el ataque del PSG? Supuestamente más aislado en el vestuario después de la marcha de su amigo Javier Pastore, el delantero uruguayo deberá seguir anotando goles para no quedar eclipsado por las estrellas Neymar y Kylian Mbappé.

Reputado consumidor de mate, entre los parisinos que aman esta infusión típicamente rioplatense, sólo quedan el arquero Alphonse Areola y el argentino Ángel Di María para acompañar a Cavani. Yuri Berchiche regresó al País Vasco (Athletic de Bilbao) y Giovani Lo Celso se fue aún más al sur, al Betis sevillano.

Pero sobre todo extrañará al argentino Pastore, otro de los veteranos del PSG y con el que llegó tarde del descanso invernal de 2018, que fue vendido a la Roma.

Aunque la existencia de clanes en el seno del club parisino fue desmentida por jugadores y técnicos la pasada temporada, lo cierto es que el número de hispanohablantes ha descendido, quedando Cavani algo aislado en contraposición al nutrido grupo de brasileños (Neymar, Dani Alves, Marquinhos, Thiago Silva).

Ese contexto podría perjudicarlo a largo plazo, al que tampoco se le ve del todo ensamblado en el terreno de juego con los dos rutilantes fichajes de la temporada pasada, con los que conforma la MCN parisina.

Además, ‘Ney’ es la superestrella y el «jugador clave» del PSG, como indicó el entrenador Thomas Tuchel, y las relaciones entre el atrevido brasileño y el calmado uruguayo no serían las mejores.

Después de rayar a gran altura en el Mundial, del que se despidió con un doblete y una lesión en octavos de final ante Portugal antes de asistir impotente a la eliminación de la ‘Celeste’ ante el campeón del mundo francés, Cavani ha comenzado la Ligue 1 con tres goles en tres partidos.

Pero también pudo constatar que cuando, a diez minutos del final del último encuentro del campeonato parisino, se retiró el capitán Thiago Silva el brazalete de capitán pasó a manos de Adrien Rabiot. Un jugador que por el momento no ha querido renovar con su club formador, y que podría abandonar el PSG sin dejar dinero del traspaso.

El uruguayo de 31 años parece tener las horas contadas en el conjunto francés y deberá sacar lo mejor de sí para no quedar opacado ante los increíbles nombres que lo rodean en ataque.

Tuchel, en tanto, deberá hacer malabarismos tácticos y psicológicos para hacer cohabitar a su triplete sin que la unidad del vestuario se resienta, como ocurrió durante el último ejercicio de su predecesor Unai Emery.

Fuente: infobae.com