Sacudido en la segunda parte, el Toulouse resistió ante el Union St Gilloise (0-0), este jueves, en la quinta jornada de la Europa League.
En un ambiente al menos tan hermoso como durante la hazaña contra el Liverpool, el estadio fue testigo de varios gestos defensivos con clase. Burgess tuvo que hacer todo lo posible para evitar que Dønnum abriera el marcador, mientras que Sierro, a su vez, regresó desastrosamente para hacer retroceder a Amoura, que estuvo cerca de anotar con un globo desviado en su línea por Diarra.
Un partido animado entre dos equipos de igual nivel que, sin embargo, no pudieron marcar la diferencia en la zona de la verdad.
Con el paso de los minutos, el partido cayó en un ritmo falso y con pocas oportunidades de disfrutar. Sólo Amoura, gracias a su velocidad y a su capacidad de cambiar de dirección sobre sus apoyos, dio algunos escalofríos al bien posicionado Pitchounes.
Al regresar del vestuario, el delantero argelino seguía planteando otros tantos problemas a la defensa del Toulouse. Nicolaisen estuvo incluso a punto de recibir una tarjeta roja por una colisión como último defensor, mientras que Sierro tuvo que usar la fuerza para evitar que sembrara más discordia. Ofensivamente, Toulouse ya no ofrecía nada.
En la recta final, el USG incluso pudo haber marcado varios goles. Puertas y Machida tropezaron con Restes, felices de ver que Amoura se perdía lo inevitable en su recuperación.
Final de partido tenso para el Toulouse que consiguió salvar este precioso punto del empate. Un empate ante el LASK, dentro de dos semanas, será suficiente para clasificarse para los octavos de final.
Una cosa es segura: Toulouse será europeo en febrero con, en el peor de los casos, los octavos de final de la Europa Conference League.
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