Wolfsburgo y Lyon, duelo entre la nobleza

La Champions en el País Vasco prometía emociones fuertes y sorpresas al disputarse a partido único. Los pronósticos se cumplieron a medias. La mayor parte de encuentros terminaron con resultados ajustados. Es una muestra del incremento de nivel físico y técnico por parte de los clubs dispuestos a equipararse con el todopoderoso Olympique de Lyon y, en menor medida, el Wolfsburgo. Sin embargo, de sorpresas no hubo ninguna. El empeño de equipos como el Barcelona, el PSG o el Bayern por acabar con el establishment fue en balde, si bien se vislumbra un cambio de tendencia en el horizonte.

La final será la esperada. El campeón contra el aspirante. Se citan hoy en Anoeta (20.00 h. / Gol) en un partido que se intuye parejo como lo ha sido el torneo hasta ahora. El poderío de los dos conjuntos en el fútbol femenino es incuestionable. Entre Lyon y Wolfsburgo se reparten todas las Champions de la última década, a excepción de la ganada por el Frankfurt en el 2015. El favoritismo recae una vez más sobre el Lyon, un equipo avanzado a su época. El presidente Jean-Michel Aulas decidió apostar fuerte por la sección antes que ningún otro gran club europeo y los resultados hablan por sí solos.

En la novena final en once años, las de Jean-Luc Vassier buscan seguir con su dinastía encadenando su quinto título continental consecutivo, el séptimo en sus vitrinas. No son la apisonadora de antaño –la ausencia todo el 2020 de su estrella Ada Hegerberg por lesión influye–, pero su competitividad y aura ganadora, sumado a que gozan de algunas de las mejores jugadoras del planeta, les permite ser resolutivas cuando el partido parece equilibrado. Eso bien lo sabe el PSG, el club que más las padece. Hace unas semanas las llevaron hasta la tanda de penaltis en la final de la Copa de Francia. En la semifinal del miércoles, un cabezazo de Renard bastó. Y es que el Lyon no pierde un partido desde marzo del 2018.

El Wolfsburgo, verdugo del Barça en semifinales y que empezó a creer en el femenino tras el Mundial 2011 en Alemania, está invicto desde el 2-4 que le endosó el Lyon la temporada pasada en cuartos. Pese a evidenciar debilidades defensivas contra las blaugrana, se siente con fuerzas de recuperar el trono ocupado en 2013 y 2014. En su primer título, tumbaron a las francesas de penalti. Así que esta será la cuarta final entre ambos equipos, las otras dos levantadas por el Lyon en la tanda de penaltis (2016) y en la prórroga (2018).

A priori los goles deberían estar asegurados. Lyon y Wolfsburgo promedian más de cinco por encuentro en esta edición, aunque en sus cruces los números se reducen. La gran baza de las germanas será la delantera danesa Pernille Harder. Mientras, la referencia arriba de las galas, Nikita Parris, será baja por sanción. Aun así, el potencial ofensivo del Lyon está garantizado en una final que contará con la aplicación del VAR, tal como estaba previsto. La UEFA recibió críticas del Barça y el PSG por el agravio de la ausencia de videoarbitraje en las anteriores eliminatorias.

Fuente: lavanguardia.com